Orbyt.es

Normalmente compro todos los días la prensa de papel; La Verdad –diario regional-, El País y El Mundo. Siempre me dedican sonrisas cuando retiro la prensa del bazar donde compro a diario, especialmente el domingo, pues los tres periódicos, junto son sus correspondientes suplementos –suponiendo que no se le añada más ofertas, como pueden ser cuchillos de cocina, enciclopedias, cerámica, o cualquier otro componente- forman un paquete bastante voluminoso, y el clásico comentario suele ser:

-¿Te lo vas a leer todo?

Y tienen razón. Una lectura detenida, ocuparía toda la jornada, y seguramente faltarían tiempo.

Pero en casa –equipo numeroso- conseguimos darles un repaso –muy ligero por mi parte- entre todos.

Hace un par de días leí que El Mundo iniciaba una nueva andadura con Orbyt.es. Tomé nota para estar al tanto, pues El Mundo me merece un gran respeto, especialmente por su vertiente informática.

Todavía recuerdo, cuando los CDs eran, sino “rara avis”, casi, El Mundo ya los usaba. Y en la actualidad, en la era de los blogs, cuando buscas datos de algún tema, en la mayoría de los casos siempre aparecen escritos y páginas de elmundo.es.

Recién aparecido orbyt.es espié livianamente esta nueva posibilidad de información y enseguida comprendí que había que suscribirse –pagar- para obtener utilidad, y decidí que estaba bien como estaba y no necesitaba más complicaciones.

Casualmente, al día siguiente me fijé en el artículo de Raúl del Pozo, en la última página de El Mundo –estaba junto la foto en bikini de Chirstina Franco, la conquistadora del Polo Norte-, titulado NAVEGAR O MORIR,

…

El acceso a Internet es un derecho universal, aunque no gratuito como se piensa, porque hay que pagar la luz, el teléfono, el ADSL, el técnico cuando el ordenata se encabrita, los megabytes y los ratones. También habrá que pagar los periódicos rigurosos, o sólo leerán basura. De balde o gratis, son alocuciones que ponen cachonda a la gente, tienen un efecto hipnótico, pero no son posibles en una prensa solvente que ha de sufragarse por los propios ciudadanos. Como decían en Roma: o se paga con dinero o se paga con la piel.

…

lo leí, y me convenció.

Acabo de probarlo, y es verdaderamente impactante.

Cuando necesite comentar en los blogs, algún detalle gastronómico de los que suelen aparecer en Metrópoli, me será muy útil. Además, he descubierto que en el IPHONE, se lee muy bien.