jueves, 20 de enero de 2011

La cocina en su tinta



Mi hija Mabel -trabaja actualmente en UTAD-, me avisó en agosto del año pasado de los proyectos de La Cocina en su Tinta, según se leía en un escrito de La Vanguardia.

Ya en aquel momento me pareció algo verdaderamente importante, muy especialmente para quienes sienten especial interés por los libros de cocina y la gastronomía en genera. Acertadísimo proyecto.

A principios de diciembre, recibí una amable invitación a la inauguración de "La cocina en su tinta", para el 22 de diciembre. Invitación que me causó una gran ilusión, como es de suponer, aunque tuve que rechazar. Problemas personales me impedían asistir.

Leía también por estas fechas, lo que nos contaba Jorge Guitián en su blog sobre su colaboración personal en la preparación del evento.

Todos estos prolegómenos nos hacia presagiar un extraordinario acontecimiento para los amantes de la gastronomía, como así ha sido en realidad, lo que nos llena a todos de satisfacción.
  

Satisfacción y agradecimiento a todos los que se han ocupado de organizar la exposición.


Si pinchamos por ejemplo en el link del PROGRAMA DE ACTIVIDADES, podremos apreciar el variado índice de oportunidades curiosas e interesantes para los diferentes grupos de FAMILIAS, COLEGIOS y PÚBLICO GENERAL.


La exposición en sí también -según me cuentan, pues no he podido asistir- es sumamente interesante.

  
Pero también es verdad que, en CUADERNOS BARDAJINIANOS, leemos a TeoDoret, que comenta lo siguiente:

" ...
En general la exposición nos ha gustado. Pero..., rápidamente hemos percibido que algo faltaba. No hemos encontrado presencia alguna de don Teodoro Bardají ,,,"



Suscribimos la opinión de TeoDoret, ya que, dejando a un lado nuestra simpatía personal para con Bardají, pensamos que el cocinero y autor de:

* Cocina para fiestas, Madrid 1944

merece que le tengamos en consideración y le recordemos.

martes, 11 de enero de 2011

Vogue Gourmet


En la mesa de la cocina, al final del día, se suelen acumular todos lo periódicos y revistas que han estado danzando por la casa. Al día siguiente, cuando vamos a por el desayuno, y como la prensa del día no llega hasta casi por la tarde, seleccionamos algo del montón, para acompañar el zumo, yogur o café, según cada cual.

Lo de "igualdad" está muy presente hoy en día, aunque a pesar de ello, las revistas como "Mujer hoy", "Yo dona", "Elle"... y algunas más se destacan entre el resto de portadas que, junto con las diferentes prensas, con sus correspondientes suplementos semanales, forman un colorido montón en la mesa. Con motivo de las fiestas que han finalizado hace poco, la cantidad de lectura disponible, al igual que los habitantes de la casa, ha aumentado, lo que hace que la selección de algo para acompañar el refrigerio matinal, permita un mayor escrutinio.

Y entonces descubro el Vogue, que me hace fruncir el ceño ligeramente. Pero enseguida me doy cuenta de que no es una foto de moda, y ya leo lo de Gourmet. Tomar la revista en la mano, y quedarme con la boca abierta, fue todo uno.

Lo más impactante, a primera vista, son las fotos. Y el color. Hoy en día todas las fotos de revistas suelen ser en color. Pero las ilustraciones de alimentos requieren un tono especial. Los muy profesionales de la cámara suelen realizar tomas artísticas, pero no son en absoluto "apetitosas". A mi entender -cada cual tiene sus manías- las ilustraciones, digamos "gastronómicas", deben tener como principal objetivo, resultar "apetitosas".

Foto: William Abranowiz

La visión de un ave asada, sea pollo, pavo o perdiz, entera y sin adornos, difícilmente nos hace salivar. Pero con este tono de color, de las fotos de este número 2 de Vogue Gourmet, el objetivo se cumple.

En REPOSTERÍA ÚNICA, -pienso que N.F.-A., corresponde a Noela Fernández-Albor-  vemos también una foto extraordinaria, de la que no he descubierto el nombre del autor:



BIZCOCHO DE YOGUR
Cobertura de glaseado de azúcar y acompañado de salsa de grosellas y frambuesas.


Quiero comentar también que la práctica generalizada en libros y revistas de presentar fotos centrales, que ocupan las dos páginas -y también es una opinión personal que quizá sea incorrecta, pero es la mía- me resulta desagradable. Rompe la foto. La hondonada central del libro o revista, impide contemplar en toda su extensión lo que se presenta, ya sea paisaje, foto o una pin-up, si me apuran.


¿dónde vamos?

Interesante de Guía de 350 sitos, que pienso pasarle a mi sobrino Javier, que es coleccionista de restaurantes -de direcciones, se entiende- y seguro que le encanta.

Ahí no he visto ninguna foto impactante, pero es comprensible.

Estupendo este Vogue Gourmet, que ya me tiene a la espera del número 3.