viernes, 18 de junio de 2010
Horno de pan
Hace unos días, mi hija Josefina, le regaló un artilugio a su madre, para hacer pan. Josefina es entusiasta y seguidora de los alimentos ecológicos e incluso hace sus pinitos con alguna que otra receta raw. Con esto quiero señalar que el aparato ofrecería necesariamente alguna ventaja dietética para el usuario. En este caso, un buen pan integral.
Sorprenden este tipo de aparatos, de tamaño discreto y diseño, podríamos decir, casi "ecológico". Blanco, redondeado, liso. En una palabra, de aspecto amigable. No sé si tiene manual de usuario, pero si he visto un libro que le acompaña, con más de cincuenta recetas diferentes de panes:
Del pan a la baguette
La baguette no es precisamente el modelo de pan que mejor sale del aparato. Buenos mazacotes de integral -sabrosos y saludables- eso sí.
El primer bloque de integral, salió algo irregular, pero de sabor pasable. Al segundo, ya no salió.
Afortunadamente, en El Corte Inglés, y con el ticket de compra, lo cambiaron por otro igual, y comentaron que "se había desconfigurado". Como si fuera un ordenador, vamos.
En el segundo intento, el aparato ha empezado a funcionar y mi esposa, con el libro en la mano, y después de seleccionar dos recetas, ha conseguido dos panes estupendos. Lo práctico del sistema es que solo hay que colocar los ingredientes en el recipiente, ponerlo en marcha, y olvidarse del aparto, hasta transcurrido el tiempo para cada receta, que suele ser de unas 3 o 4 horas.
En la foto, podemos ver a la izquierda el “Bollo de leche” y a la derecha el “Pan integral”.
Bollo de leche
Pan integral
son las dos recetas probadas, y con resultado de éxito según se puede comprobar en la foto.
Del bollo de leche, se cortan rodajas y, después de tostadas, ¡son una delicia!
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Ese pan tiene buena pinta,espero que sigan utilizandolo y no termine el "artilugio" en el trastero,puesto que es dificil encotrar buen pan.
ResponderEliminarAmigo Anónimo:
ResponderEliminarCon los electrodomésticos, y en general con casi todas las cosas, ocurre como con las personas. El símil lo sitúo en el ámbito laboral, ya que en el familiar podría ser causa de dilemas. Digo que cuando aparece algún personaje nuevo, generalmente nos deslumbra con su buena presencia, eficiencia, simpatía y bien hacer en todas tareas. Pero también es cierto que el paso del tiempo, en algunos casos lentamente y en otros a los pocos días, consigue ensombrecer todo lo positivo para, finalmente, convertir a nuestro modélico nuevo compañero, en algo indeseable -en mayor o menor grado- que puede pasar simplemente a la indiferencia o, incluso, al rechazo total.
Confiemos en que el Horno de Pan, resista el desgaste y se mantenga firme en la mesa de la cocina.
Un saludo,
Sebastián Damunt