El jueves pasado presenté en Libroscocina “Cocina para enamorados”, el primer libro de cocina que consigo descargar en Inves-Book, lector de libros electrónicos de El Corte Inglés. Ahí descubrí la Yohimbina y se me ocurrió que podía comentar el tema, por aquello de que todos hemos oído historias al respecto, pero, finalmente lo deseché y, al ir a archivar la última revista de Apicius, me encandiló el reportaje sobre Pino Cuttaia y su restaurante La Madia, que está en Sicilia.
Ahí descubrí su receta
Foto de Carlos Rondón
“Carpaccio de gamba roja con aceite de mandarina verde y mayonesa de bottarga”
Pero lo que me resultó original de esta receta es precisamente la bolita alargada que vemos en la foto, en el centro del plato y suponemos será la mayonesa de bottarga.
Recorte de la revista Apicus, página 140, donde explica la preparación de la mayonesa de bottarga.
La bottarga, son las huevas secas, que en todo el levante son muy apreciadas.
Huevas de maruca –las tres grandotas de la derecha- y de mújol –las mejores- las del frente.
No soy aficionado a preparar platillos, pero en esta ocasión, se me ocurrió probar lo de la mayonesa de bottarga -de maruca en este caso- y ahí tenemos el resultado.
Tres galletitas saladas, con una juliana de lechuga y gambas cocidas encima, coronadas con la mahonesa –vamos a cambiar el tercio- de hueva de maruca, que acompañadas del macabeo chardonnays de Bodegas Castaño, han pasado estupendamente.
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