miércoles, 20 de enero de 2010

Hoy es San Sebastián


El año pasado por estas fechas comentaba que en la actualidad los santos están de capa caída. Ya no se celebra el día del santo –salvando algunas excepciones- y nos conformamos con el cumpleaños.

En la foto -1955-, vemos a mi padre –el primero por la derecha- en una comida que, aunque no era el 20 de enero, coincidió con Bofarull, del restaurante Los Caracoles -Calle Escudillers, Barcelona- de quien no sabemos si celebraba el santo. Lo que si sabemos es que en aquella época se paseaba por Las Ramblas con un coche de caballos y, cuando le veíamos pasar, siempre se comentaba:

-¡Mira! Es Bofarull, del Restaurante Los Caracoles.

Ilustración de

TODOCOLECCION.NET

Los de mi edad -bueno, es lo que yo pienso- nos aferramos más al santo. Será porque ya no solo nos sorprende, sino que nos asusta la cantidad de años. Cuando cumples quince, veinte, veinticinco… es divertido. Pero, cuando las dos cifras -no digo que vayan a convertirse en tres- son ya de números altos, se impone la reflexión.

Como me he quedado pues, sin día del santo, me conformo con el café de media tarde, en la cocina.

¡C’est la vie!

4 comentarios:

  1. Felicidades, amigo Sebastián.
    Es cierto que llega un momento en la vida, que se acumulan tantas velas que nos hacen reflexionar y por donde únicamente no pasan los años, es por el nombre. Por eso, quizá sea mejor festejar el santo.
    Deseo que haya pasado un feliz día.

    Abrazos.

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  2. Felicidades x su santo maestro blogero tenemos que surtir goutez les escargots cela vaut le detour

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  3. Amigo Mayo:
    Te agradezco el comentario y los buenos deseos para el día de mi santo. El pobre, ha perdido hasta las flechas. Me refiero a la estatuilla.
    El felicitado solía invitar también a algo. En este caso, queda pendiente para la primera oportunidad.
    Un saludo,
    Sebastián Damunt

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  4. Amigo Bacus:
    No estaría mal salir a tomar unos caracoles. En la actualidad tampoco abundan demasiado las ofertas de este producto, que ha conocido tiempos mejores. La última vez que los probé –hace pocos meses- fue “a la bourguignon”.
    Un saludo,
    Sebastián Damunt

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