domingo, 27 de junio de 2010

Barbadillo






El martes pasado presenté en Libroscocina, el título Los vinos de Jerez, de cuyo índice, seleccioné tres bodegas: Barbadillo, Domecq y Osborne.

Antonio, que además de amigo, es prácticamente el único que no se pierde ninguna entrada del blog, me hizo su comentario, con buen criterio como siempre, mencionando su preferencia por el Barbadillo.

En mi centro de trabajo, situado en zona turística, el Castillo de San Diego lo incorporamos hace ya muchos años -10 , 15-  a la lista de vinos, forzados por la gran demanda del público. Recordemos que, antiguamente, aparte de algún blanco local, el vino blanco seco clásico era el Monopole. Vino que por cierto, se está recuperando en la actualidad.

Pues bien, ante la insistencia de la demanda, y, una vez en lista, asistimos asombrados al éxito de esta marca que,  sin ser rioja, ni rueda, ni penedés, siendo de Jerez, pero sin ser un Jerez, se vendía como la espuma. Como es lógico, probamos el vino y -cuestión de manías personales- no nos entusiasmaba. Seguimos maravillados del éxito de este caldo que, al día de hoy, está entre los tres o cuatro que más se venden en un local como el nuestro, con el blanco como vino de mayor consumo -sitio de pescado, marisco y arroces- con sesenta o setenta referencias, incluidos albariños, ruedas y demás blancos de actualidad.

Otra de las curiosidades es el nombre: Castillo de San Diego.

Los clientes nos pedían Barbadillo, y, al servirlo, preguntaban que por qué no lo teníamos en la carta de vinos. Asombrados, les enseñábamos la lista en donde aparecen los blancos, agrupados por denominación de orígen:




CÁDIZ
Castillo de San Diego, 10 €
Bodegas Barbadillo








-Ah, no. Nosotros queremos Barbadillo, -era la respuesta.
Finalmente hemos tenido que cambiar, y ahora está así:


CÁDIZ
BARBADILLO, 10 €
Castillo de San Diego, Bodegas Barbadilo











Coincidiendo con estos comentarios, ha aparecido en la mesa una pequeña revista titulada BARBADILLO, consiguiendo que me animara a repasar el tema.  La revista, que está muy bien confeccionada, nos sorprende cuando nos descubre que estamos ante una empresa extraordinaria que además del Barbadillo, dispone de:


La Bodega Vera Real, con vinos de Ribera del Duero.

 


La Bodega Pirineos, con vinos de Somontano.


 


Y por si fuera poco, Sierra Sevilla, con una buena montanera que le proporciona jamones ibéricos de bellota.



Con razón aparece esta imagen -en la revista Barbadillo- de Casa Balbino, con el titular:
"Ojalá hubiera más empresas como Barbadillo"

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